Clavando
polaroids sobre una fría pared de ladrillos,
colgando lamparitas en el porche del jardín (
fairy lights),
gravitando hasta la pelea más cercana (
brawl),
somos jóvenes, así que volveremos a por más.
Y dejaremos los faroles apagados a medianoche,
esperando a esa vista de cine (
cinematic),
no escuchamos los consejos,
vivimos sueños
de un dulce color burdeos (
guinda, granate)
dulce color burdeos, dulce color burdeos.
Esto no acaba hasta que termina,
esto es lo que queremos conservar,
y cuando haya terminado, todavía fingiremos
porque nosotros somos los que nunca dormimos,
nunca dormimos, nunca dormimos, nunca dormimos.
Las luces arden rápido delante de nosotros,
nuestro dinero ha estado dentro, cogiendo polvo,
estaremos despiertos toda la noche,
no queremos malgastar
ni un segundo de nuestro tiempo,
de nuestro tiempo, de nuestro tiempo, de nuestro tiempo.
Solo mentimos cuando nos preguntan si estamos bien,
nos encerramos en nosotros mismos,
solo rogamos por
que no seamos nosotros la plata pura (
sterling silver)
que se vuelve gris.
Somos las chispas que nunca se desvanecen,
nunca se desvanecen, nunca se desvanecen.
Gabrielle Aplin - Never fade - Nunca se desvanecen